EU: el techo del endeudamiento y los tiempos electorales
Si alguien pensaba que el acuerdo alcanzado entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, iba a ser un día de campo, pecó de optimista.
Si alguien pensaba que el acuerdo alcanzado entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, iba a ser un día de campo, pecó de optimista.
El sábado pasado estos dos políticos alcanzaron en principio un consenso que permitiría al gobierno incrementar el techo de endeudamiento, lo que tecnicamente ayudaría a destrabar las discusiones en la aprobación del presupuesto para el próximo año.
Este video te puede interesar
Hoy los republicanos que apoyaron la elección de McCarthy se sienten traicionados y con toda razón ya que entre las condiciones impuestas para su llegada al poder se encontraba frenar el endeudamiento, por lo que ya afilan sus armas y amagan con presentar una moción de censura contra el también líder de su partido.
Este video te puede interesar
El representante por Texas, Chip Roy, encabeza la insurrección y está llamando a sus correligionarios a sabotear la iniciativa, llamado que está encontrando eco entre los miembros del ala conservadora quienes se encuentran furiosos porque su líder se extralimitó.
Biden salió a defender a McCarthy el lunes asegurando que éste negoció de buena fe y destacó que ha dado los pasos a los que se comprometió, cruzando los dedos para que tenga los votos suficientes para aprobar el proyecto. Flaco favor en momentos en que se analiza en comisiones de la Cámara de Representantes la validez de la iniciativa que busca subirse al pleno el miércoles para de ahí ser enviada al Senado, una aduana difícil ya que la celeridad del proceso se encuentra sujeta al consenso de todos los legisladores.
En términos generales el acuerdo deja en suspenso el techo de la deuda hasta enero de 2025, lo que según representantes republicanos no solo colocará el deficit en 35 billones de dólares sino que dejará el campo abierto para que Biden se encamine a la reelección sin oposición en el Congreso.
La propuesta pone freno a los gastos discrecionales gubernamentales exceptuando los relacionados con el Medicare y el Seguro Social; la iniciativa también contempla el apoyo gubernamental a grupos vulnerables particularmente en asistencia social y alimentaria; de igual modo se destraban los trámites en la finalización de un gasoducto que atraviesa Virginia Occidental, de miles de millones de dólares frenado por preocupaciones ambientales.
El presidente Biden también enfrenta algunas resistencias dentro del grupo demócrata, sin embargo, estando a la vista el proceso electoral para renovar o reafirmar sus cargos, los legisladores están optando por cerrar filas con el que volverá a encabezar las boletas en la elección general.
Es un hecho que el tiempo pasa y el dinero asignado al presupuesto se agota, hace unos días la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ofreció una visión descarnada sustentada en los números de los que dispone: el gobierno cuenta con recursos hasta el 5 de junio, si para entonces el Congreso no ha elevado o suspendido el límite de la deuda, se empezarán a cerrar parcialmente a algunas agencias así como enviar a su casa a empleados a los que ya no se les pueda pagar.
Medios de pago, ¿evolución o revolución?
Está descartado en el corto plazo la desaparición de las tarjetas físicas de crédito y débito, aunque sí un mayor uso de tarjetas digitales y de biométricos para realizar pagos debido al incremento del comercio en línea y al desarrollo de la banca digital, de acuerdo a expertos ponentes en el panel “Medios de Pago, ¿evolución o revolución?” del Tercer Foro Regio realizado por Prosa, la principal procesadora de pagos en México, dirigida por Salvador Espinosa.
Para darnos una idea, en la actualidad existen casi 30 millones de tarjetas de crédito y poco más de 155 millones de débito vigentes en nuestro país, de acuerdo al Banco de México. Tan sólo al año Prosa lleva a cabo más de 8 mil millones de transacciones, beneficiando a más de 70 millones de usuarios de tarjetas.
Hoy la tarjeta digital es una opción más utilizada como medio de pago, sobre todo por los jóvenes, más acostumbrados a tener todo en su teléfono celular, aunque prevalece en otras generaciones la preferencia por la tarjeta física o el uso de ambas opciones.
Por seguridad y facilidad, el siguiente paso es el uso de biométricos para realizar pagos, como colocar el rostro, la palma de la mano o el dedo pulgar ante un dispositivo para realizar la transacción, obviamente previo registro ante la institución bancaria de los datos biométricos.
Sin embargo, no se trata sólo de la emisión de plásticos, sino lo importante es que prevalece el concepto de la tarjeta como una herramienta que contiene información personal que permite realizar transacciones monetarias. Es así como la tarjeta física ha evolucionado hacia la tarjeta digital, disponible en Apps o en la nube, o hacia los biométricos como llave directa a los datos bancarios para hacer las transacciones.
Coahuila: lo que no quiere AMLO para el 2024
Un día antes del cierre de campañas y a cinco días de la elección, el Partido del Trabajo optó por abandonar a Ricardo Mejía Berdeja y exhortar a su militancia en Coahuila a votar por Armando Guadiana Tijerina, el candidato a gobernador de Morena. La jugada resulta estéril, pues Ricardo Mejía se niega a declinar, seguirá apareciendo en la boleta y sus votos registrados, así como los de los candidatos del PT a diputados locales.
El PT no perdió nada. Apostó por Mejía Berdeja, esperando que su candidatura creciera lo suficiente para que fuera Guadiana quien declinara y lograr su primera gubernatura en más de 30 años de historia, o por lo menos vender cara la declinación de Mejía, además de algunos asientos en el congreso local, lo cual puede que logren. A estas alturas, está visto que aún si declinara el autollamado “Tigre” Mejía, no les da para alcanzar al priista Manolo Jiménez.
Es una situación un tanto similar a la del Partido Verde, aunque con la ventaja para Lenin Pérez que mantiene el respaldo de la Unión Democrática de Coahuila, y que el apoyo del Verde al empresario carbonero y aficionado a los toros rindió frutos pues, por lo pronto, Mario Delgado ya anunció que Manuel Velasco tiene carácter de “corcholata” y será considerado en la encuesta.
El apoyo petista a Guadiana mantiene al partido en la consideración de Morena para la coalición de 2024, aunque probablemente se sume al diputado federal Gerardo Fernández Noroña a la lista de opciones en la encuesta, donde es claro que sólo hay dos fuertes y otros de reparto, pero que querrán tajada según les vaya en el estudio de opinión.
Sin demeritar a Manolo Jiménez, un buen candidato, que supo aprovechar sus cargos de elección y en el gabinete de Miguel Ángel Riquelme, lo que le sucedió a Morena en Coahuila fue el escenario que no quiere AMLO para el 2024: candidatos opositores fuertes, un mal candidato en Morena y, sobre todo, una elección de tercios.