Países de la región Caribe aún no recuperan niveles de producción prepandemia
América Latina y el Caribe enfrentan condiciones macroeconómicas globales que dificultan la conducción de la política macroeconómica.
El ministro de Finanzas de San Vicente y las Granadinas, Camillo Gonsalves, aseguró que la mayoría de los países del Caribe aún no recuperan los niveles de producción previos a la pandemia y enfatizó que decir que esta década “está más perdida que la anterior”, es especialmente cierto para los Estados del Caribe que dependen del turismo, cuyos niveles de producción aún no llegan a los registrados en 2019.
Durante la reunión de ministras y ministros de Finanzas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago, Chile; Gonsalves llamó a reposicionar a la Celac como un organismo activo que aborde los retos que enfrentan los países de América Latina y el Caribe.
Este video te puede interesar
Asimismo, destacó la importancia de crear un espacio fiscal para el desarrollo en respuesta a los desastres, que permita acelerar el logro de los objetivos para alcanzar un desarrollo transformador.
En este espacio, se analizó el contexto macroeconómico global y regional actual, la situación fiscal regional, las implicancias fiscales de satisfacer las necesidades de inversión para la adaptación y mitigación del cambio climático y el fortalecimiento del avance en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Ranking: Las 3 empresas mexicanas con más sostenibilidad ambiental
Ministras y ministros acordaron avanzar en el diseño de una agenda regional común, en respuesta a la crisis económica mundial.
La reunión en la que participaron autoridades de 18 países de América Latina y el Caribe fue inaugurada por el secretario Ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, y el ministro de Finanzas de San Vicente y las Granadinas, Camillo Gonsalves.
Retos de la economía global
Durante su participación, Salazar-Xirinachs destacó la importancia de generar encuentros regionales de autoridades de finanzas con el apoyo de la Cepal y las Naciones Unidas, para brindar espacios de diálogo que contribuyan a la construcción de agendas comunes para enfrentar los retos de la economía global.
Añadió que América Latina y el Caribe enfrentan condiciones macroeconómicas globales que dificultan la conducción de la política macroeconómica.
“El conflicto entre la Federación Rusa y Ucrania contribuyó a debilitar el ritmo de crecimiento global, generó mayor volatilidad en los mercados financieros y de materias primas internacionales, lo que reforzó las presiones inflacionarias mundiales y llevó a los bancos centrales de las economías avanzadas a un acelerado y sincronizado endurecimiento de la política monetaria en el año 2022 para anclar las expectativas de inflación, reduciendo fuertemente los flujos de capital hacia los mercados emergentes”.
“Esta es la coyuntura que enfrentamos, agudizada por los choques externos y las secuelas de la pandemia. La política macroeconómica tiene que lidiar con una desaceleración del crecimiento económico y el aumento de la inflación, que coexisten con las urgencias de reactivar las economías, crear empleos de calidad y de fortalecer las políticas sociales”, indicó el titular de la Cepal.
Menor crecimiento
De igual manera, agregó que el crecimiento económico promedio de la región en la década 2014-2023 se ubicará en 0.8%, menos de la mitad que el crecimiento promedio registrado en la famosa “década perdida” de los años ochenta, cuando el crecimiento fue del 2 por ciento.
Finalmente, destacó que las circunstancias actuales, caracterizadas por grandes necesidades y fuertes restricciones, sugieren la necesidad de, por una parte, revisar los pactos fiscales sobre la base de un marco de sostenibilidad de las finanzas públicas que enfatice y combine el aumento de los ingresos con un mejor uso de los recursos por el lado del gasto; y por otra, de reformas en el sistema financiero internacional para facilitar la reestructuración de la deuda externa.
“No podemos olvidar que de una mayor calidad, equidad y acceso a los servicios públicos depende la viabilidad política de propuestas para el incremento de los ingresos”.