Ferrosur descarrila compra de Banamex
Sólo el presidente López Obrador cree, o por lo menos así lo dice-, que la ocupación de Ferrosur no tiene nada que ver con la venta de Banamex, ni nada personal contra Germán Larrea, presidente de Grupo México
Sólo el presidente López Obrador cree, o por lo menos así lo dice-, que la ocupación de Ferrosur no tiene nada que ver con la venta de Banamex, ni nada personal contra Germán Larrea, presidente de Grupo México. Pero sí tiene todo que ver, pues siguieron cayendo las acciones de Grupo México, con pérdidas bursátiles estimadas en más de 61 mil 500 millones de pesos entre el viernes pasado y este lunes, a raíz de un decreto que bien pudo esperar o evitarse, lo que llevó a parar el proceso de compra.
No se trata de una expropiación, porque una concesión no es una propiedad, pero así como la compra de las 13 plantas de Iberdrola tampoco fue una expropiación, y AMLO la presumió como si lo fuera, la declaración de utilidad pública de los tramos de vía férrea de Ferrosur y su ocupación por marinos del viernes pasado, podría anunciarse como expropiación y sería menos cuestionada que lo que no fue con Iberdrola.
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Como un mensaje para tranquilizar a accionistas y mercado, Grupo México emitió dos comunicados en los cuales ha insistido en que se sostienen las negociaciones con el gobierno y mantendrá el servicio para sus clientes mientras el gobierno le permita operar y dar mantenimiento. Lo cierto es que las negociaciones ya no tienen sentido para el gobierno y lo que se decretó como una ocupación temporal no tiene plazo de vencimiento. A decir ambiguamente por AMLO, si es temporal o definitiva, dependerá de la actitud de la empresa, lo que sea que eso signifique.
Todavía al inicio de su administración, Germán Larrea fue uno de los adversarios favoritos a los que aludía el presidente, hasta que fue comprensible que no podía dialogar con el sector empresarial sin contar con el presidente de Grupo México. Larrea -un empresario que detesta la presencia en medios y de quien hasta hace unos años no había imágenes de él en internet-, se ha mantenido ecuánime y con la cabeza fría, como cuando se concluyó anticipadamente el contrato del tramo 5 del Tren Maya y el presidente se quejó de que lo habían demandado, siendo que fue un acuerdo con el secretario de Gobernación, por ser el paso legal procedente para la indemnización.
Acelerando los tiempos electorales, a López Obrador parece caerle perfecto crearse un nuevo enemigo en la figura de Grupo México y Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México, y que impacta a todo el sector empresarial, por la pésima señal de incertidumbre jurídica, a las inversiones.
Aunque lo niegue, AMLO hace parecer que el motivo de la confrontación son unos 120 kilómetros de vía férrea, y no los miles de millones de dólares que cueste Banamex y las pérdidas que ha provocado a Grupo México. De ahí sólo hay un paso para, nuevamente, apelar a su puesta en escena de los empresarios villanos contra él y los pobres.
Los libros de texto gratuito: “orientar, informar, concientizar” al estilo de la 4T
El presidente Andrés Manuel López Obrador se irá el 1 de octubre del próximo año, por lo menos así lo marca la Constitución, sin embargo, tras su paso dejará un país dividido con un futuro incierto.
Uno de los puntos que mayor preocupación genera es el de la educación, por las afectaciones que ésta ha tenido a lo largo de su sexenio, con subejercicios que han terminado en los presupuestos de sus obras faraónicas, pero sobre todo por la amenaza latente de influir a los educandos utilizando como ariete el arma del aprendizaje, sustituyendo textos que debieran ser académicos por ideologías importadas de otras latitudes y que hoy pretenden pasar por conceptos originales de la Cuarta Transformación.
Los libros de texto gratuitos son esa arma de la que quiere echar mano el presidente para imponer sobre niñas y niños una forma de pensar que, con mucho, no es la que compartimos la mayoría de los mexicanos por más que desde Palacio Nacional se invoque a ese “pueblo” intangible al que dice representar, pero que no se hizo presente en las elecciones de medio término, ni en las dos consultas convocadas por el mandatario, primero para juzgar a los expresidentes y luego para la revocación de mandato.
El camino, sin embargo, no será fácil, diferentes sectores de la sociedad, como es el caso de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) no están dispuestos a dejarse abatir por los argumentos de López Obrador, por lo que interpusieron una demanda que encuentra su justificación en que lejos de seguir el procedimiento que mandata la legislación, los ejemplares ya habrían sido enviados a impresión pese a no haber sido presentados con anterioridad planes y programas de estudio que sustentaran los contenidos, al tiempo que fueron ignorados docentes y tutores en el análisis correspondiente.
Una jueza en la Ciudad de México otorgó una suspensión provisional para que, tanto la Secretaría de Educación Pública como la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg), verifiquen si efectivamente se cumplió con la normatividad, en tanto quedará en suspenso la impresión de los materiales. Hay que señalar que las autoridades educativas aún están en posibilidad de apelar, con lo que el caso terminaría en un tribunal colegiado, el cual sería el responsable de ratificar o revocar la sentencia.
Las denuncias de los padres son severas ya que, sin tener pruebas fehacientes por la opacidad con la que se ha manejado el tema, señalan que en los textos se hace apología de la pobreza la cual se considera una virtud y el estado ideal de un individuo, al tiempo que se privilegia la militancia social, sobre la difusión de la ciencia y el conocimiento.
La elaboración de los libros de texto gratuito ha estado en el ojo del huracán desde que se dio a conocer que en ellos participaba Sandy Arturo Loayza, quien fuera funcionario en el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, inexplicablemente el presidente lo defendió como si se tratara de un agravio personal.
Todavía habrá que esperar algunas semanas para poder conocer como quedaron finalmente los libros de texto aunque se anticipa que, al igual que ocurre con las conferencias matutinas del presidente, serán textos evangelizadores alrededor de las máximas de la Cuarta Transformación, después de todo, el presidente privilegia sobre todas las cosas su labor pedagógica: “orientar, informar, concientizar”.