SCJN: una vez más en la encrucijada
Literalmente entre la espada y la pared los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sesionan este jueves sobre la constitucionalidad del llamado “decretazo”.
Literalmente entre la espada y la pared los once ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sesionan este jueves sobre la constitucionalidad del llamado “decretazo”, una iniciativa del Ejecutivo que sin una justificación válida determinó llevar a lo “oscurito” toda la información relacionada con sus obras faraónicas colocándolas bajo el dudoso manto de la seguridad nacional.
Tras dos reveses consecutivos frente al Poder Judicial, primero el que invalidara el paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y luego la anulación de la primera parte del llamado Plan B, tras la deliberada falla procedimental por parte del Legislativo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra lo que le sigue de furioso y ahora pretende amedrentar a los ministros bajo la amenaza de suprimirles los beneficios que les otorga la ley, y los amaga con una consulta imaginaria, propuesta por el morenista Ignacio Mier, para removerlos y ser sustituidos por otros electos por el hipotético “pueblo” al que endosa todos sus “caprichos” buscando con ello darles validez.
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Lo que se discute hoy en la Corte, deriva de una controversia constitucional promovida por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), en contra del Poder Ejecutivo bajo la tesis de que la determinación presidencial atenta en contra del derecho ciudadano a conocer en que se gastan los recursos de la hacienda pública. La atención se centra por supuesto en el Tren Maya; la Refinería Olmeca en Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en donde se han disparado por mucho los presupuestos asignados inicialmente, sin embargo en el “acuerdo” (léase decreto) publicado en el Diario Oficial de la Federación del 22 de noviembre de 2021, el Ejecutivo dispuso declarar “de interés público y seguridad nacional” prácticamente la realización de todos los “proyectos y obras a cargo del Gobierno de México” en todas sus modalidades.
La transparencia, hay que recordar, no ha sido nunca uno de los fuertes de nuestro presidente, baste recordar que, siendo Jefe de Gobierno del Distrito Federal, y de acuerdo a la Gaceta Oficial local del 30 de julio de 2004, dispuso reservar durante 10 años la información referente a los segundos pisos, la obra más importante de su administración.
Lo cierto es que hoy tenemos un presidente más preocupado en las vicisitudes de la “grilla” política que en los problemas reales que se presentan en el día a día en nuestro territorio, como el de la inseguridad en amplias zonas de la República en donde la gente vive en una permanente zozobra. Sólo así se explica que mientras más de 50 migrantes se encontraban desaparecidos en Matehuala, San Luis Potosí, víctimas de la delincuencia organizada, en lugar de dar seguimiento a las acciones de inteligencia para su localización, el presidente le dedicara 34 minutos a dar su opinión acerca de si estaba a favor de la consulta para elegir a los ministros de la SCJN.
En fin, así, bajo un clima de hostilidad, con su sede bloqueada por diversas agrupaciones, entre las que destaca el autodenominado “Frente Internacional Obradorista”, quienes venden tacitas, llaveros y toda suerte de souvenirs con la efigie del presidente, habrán de sesionar los ministros. No se necesita ser constitucionalista para darse cuenta de que el “acuerdo” publicado por el Ejecutivo no cumple a cabalidad con los preceptos establecidos en la Carta Magna, sin embargo, la presión del presidente es incesante. Nuestros mejores deseos de que brille la justicia por el bien de todas y de todos los mexicanos y porque la separación de poderes siga siendo garante de la democracia en nuestro país.
Cómo reflotar a Morena en Coahuila
Desde hace varios días, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, ha estado diciendo que el partido oficial podría reconsiderar si va en alianza con el Partido del Trabajo y el Verde en las elecciones de 2024, debido a que optaron por ir con candidatos propios en Coahuila, por lo que pide que apoyen al morenista Armando Guadiana Tijerina, quien se perfila a su segunda derrota electoral por la gubernatura, como la que le propinó el priista Miguel Ángel Riquelme en 2017, ahora por cuenta de Manolo Jiménez, candidato de la alianza.
Morena no encuentra cómo reflotar la campaña de Armando Guadiana, quien estaba comprobado que sería nuevamente mal candidato y aún así lo postularon, lo que derivó en la ruptura del partido en el estado, al grado que el hoy candidato del PT, Ricardo Mejía Berdeja, y Mario Delgado no pueden verse las caras, como se vio al terminar el segundo debate cuando Marlenne Cañas, esposa de Mejía, fue a gritarle al presidente de Morena que era una vergüenza para el partido. Por cierto, ese segundo debate se recordará por la promesa de Guadiana “por su sombrero” de llevar al cantante Peso Pluma a Coahuila si gana la elección. Así de patético el empresario carbonero.
Manolo le lleva a Guadiana más de 10 puntos en todas las encuestas por lo que si declinaran Ricardo Mejía, del PT, y Lenin Pérez, del Verde, a favor del senador con licencia, podría acercarse al joven priista. La declinación de Lenin se da por hecho, pero no le suma gran cosa, necesita a Mejía, y eso haciendo números simples y en el supuesto optimista de que las preferencias se trasladen al pésimo candidato que es Guadiana. Sin embargo, resulta que el exsubsecretario de Seguridad asegura ir segundo en sus encuestas, por lo que pide que sea Guadiana quien decline a su favor. Entonces no se sabe si Ricardo Mejía vende caro su amor o si prefiere irse de frente, sabedor que el inquilino de Palacio Nacional es rencoroso y necio de naturaleza.
Y hablando de Palacio Nacional, la otra presión viene del presidente López Obrador, quien en sus últimas conferencias mañaneras ha estado abordando la posibilidad de reestructurar la deuda de Altos Hornos de México (AHMSA), con sede en Monclova y con fuerte peso en la economía coahuilense, disposición que se podría complicar si el PRI retiene la gubernatura. Y eso lo tienen claro los inversionistas y empresarios con intereses en la acerera.
Cabe señalar que la reconsideración que pide Mario Delgado al PT de Alberto Anaya es tanto por las buenas -que decline Mejía y habrá buen trato-, como por las malas: que el PT retire la candidatura de Mejía o no habrá alianza en 2024 con Morena. Y eso apenas alcanzaría tal vez a cerrar la contienda, no a garantizar el triunfo. Entonces, ¿a qué jugarán el PT y el Verde en Coahuila pensando en 2024?